Con nueve goles en su cuenta particular, Javi Rubio se ha convertido en el goleador inesperado del Castellón. El centrocampista, que viene de mojar en la victoria en Ibi, recuerda que en la temporada 07/08 llegó a los 13 con el Ontinyent y se ha puesto como reto personal alcanzar esta cifra: «Me gustaría superarlo, pero ya estoy muy contento con los que llevo porque sirven para ayudar a los objetivos comunes, que es lo que importa». Especialmente emotivos son para el valenciano los tantos que ha marcado como local: «Celebrar goles en Castalia no tiene precio». Rubio admite también que lo más lógico es que dos delanteros como Cubillas y Cristian Herrera sean quienes lleven el peso del equipo en este apartado: «Son dos auténticos goleadores y es un lujo tenerlos en esta plantilla».

El mediocentro no oculta que su adaptación en el Castellón «ha ido de menos a más» y tiene palabras para los artífices de su eclosión: «Llevaba casi toda mi carrera en Segunda B, pero Jordi Bruixola y Frank Castelló pensaron en mí, y ahora Sergi Escobar me ha dado mucha confianza. Les tengo mucho que agradecer».

Javi Rubio, que a sus 33 años, intenta «aportar experiencia y enseñar a los más jóvenes lo que es el fútbol de verdad», destaca el papel que el entrenador está teniendo en la racha actual: «Sergi llegó con las ideas claras y desde el minuto 1 aportó su identidad y forma de ver el fútbol al grupo. Ha dado con la tecla y encima los resultados han acompañado».

El jugador se muestra optimista cuando se le pregunta por el ascenso: «Somos una piña y tenemos ganas de conseguir algo importante. Queremos salir del pozo de Tercera, pero lo primero que tenemos en mente es ir a por el liderato. Hay equipo de sobra como para pelear por el ascenso, pero nos debemos mirar a nosotros. El que siembra, recoge, y estamos sembrando mucho».