En un partido de fútbol se ven muchas imágenes curiosas y en El Palleter una de las más llamativas se produjo a la conclusión del encuentro entre el Paiporta y el Castellón. Apenas habían pasado unos segundos desde que el colegiado decretó el final del partido cuando un niño, de 11 años, ataviado con la elástica albinegra, entró al terreno de juego, corriendo desesperado hacia el centro del campo, siendo su único objetivo abrazar a su profesor, que no es otro que el entrenador del Castellón, Sergi Escobar.

Ambos se abrazaron fuertemente, y de repente, empezaron a caerles a ambos unas lágrimas sin cesar, apretando más, todavía, ese fuerte abrazo, dedicándole su profesor la victoria que acababan de conseguir sus jugadores.

Pues resulta, que ese niño, que se llama Miquel Ayén y es alumno del CEIP Pascual Nácher de Vila-real, acaba de perder a su padre, víctima de una enfermedad. Sin duda, fue un momento muy emotivo y Sergi Escobar anunció luchará por el ascenso con más ímpetu si cabe, puesto que se lo quiere dedicar a él.