Llueve sobre mojado en Castalia. Las fuertes precipitaciones de este jueves agravaron el ya de por sí precario estado de Castalia, que sufrió la inundación de varias dependencias (vestuarios, enfermería, oficinas...), fruto del deficiente sistema de drenaje del alcantarillado y de filtraciones. Directiva, empleados y jugadores se encontraron un panorama tan desolador, que Vicente Montesinos convocaba una rueda de prensa para denunciar «la situación crítica» del estadio, con la alcaldesa Amparo Marco cruzando en mitad de la improvisada comparecencia en el hall de Castalia (la sala de prensa estaba inutilizada), ajena a las duras críticas que vertía el presidente de la entidad cuando inspeccionaba los desperfectos. Nunca una imagen había reflejado con tanta nitidez el divorcio entre la alcaldesa y el consejo de administración del club.

«Hemos amanecido con una situación dantesca. Es cierto que ha llovido, pero a nuestro parecer no tanto para lo que ha ocurrido: de hecho, no tenemos noticias de incidencias en otros edificios públicos», introdujo Montesinos. «El estadio está en una situación crítica para los más de 12.000 castellonenses que acuden cada domingo a disfrutar del fútbol», añadió, acentuando la obsolescencia de una instalación que, en sus 31 años de historia, apenas si ha recibido simples operaciones de maquillaje, cuando requiere de una remodelación mucho más profunda, principalmente en materia de seguridad.

ALARMA

«Las obras y el mantenimiento del estadio corresponden al Ayuntamiento de Castellón», recalcó con vehemencia, instándole a actuar de forma urgente: «No me gustaría que ocurriese ningún tipo de desgracia como las de Génova o Vigo...», alarmó el dirigente, que confiaba en que durante este verano el consistorio diera luz verde a la inversión de un millón de euros, aprobada en un pleno municipal hace unos meses. Ha pasado el tiempo y, a poco más de una semana para el inicio liguero, nada...

El informe que el club entregó recientemente al consistorio no refleja un daño estructural en el edificio, pero filtraciones, desprendimientos, la erosión... podrían provocar serios incidentes.

«Esto es una instalación municipal, una instalación de todos; y es el Ayuntamiento y el actual equipo de gobierno, con Amparo Marco al frente, los que deben tomar las medidas necesarias», enfatizó. «Me da la impresión de que se está midiendo todo en clave electoral, ganando tiempos para llegar en el momento adecuado», incidió, sin reparos.

PELIGROSIDAD

El mal estado de Castalia no solo afecta a jugadores y público, sino también a los trabajadores del club: «Nosotros, en clave interna, hemos mirado locales para que el personal de oficina se traslade, porque la situación es lamentable». Montesinos se refirió a la peligrosidad de los vestuarios, con goteras que caen alrededor de cables y tomas de luz en espacios donde se duchan y se cambian los jugadores. «O se toman las medidas adecuadas o vamos a tener que buscar alternativas para asegurar que cuando los futbolistas vengan a jugar, puedan estar en condiciones óptimas», terminó.