El sector azulejero español ha cumplido objetivos y ha vuelto a cerrar el ejercicio económico 2016 en positivo, superando todas las adversidades, pero el 2017 se presenta «complicado». Son las dos grandes ideas que ayer lanzó el presidente de la patronal cerámica Ascer, Isidro Zarzoso, en el transcurso de la rueda de prensa internacional en el contexto de Cevisama 2017. Según las cifras estadísticas oficiales facilitadas, ya con todo el año completo, la industria cerró con unas ventas de 3.316 millones de euros, un 7,1% más que los 12 meses previos. El dato fue posible gracias a un incremento de las exportaciones, que alcanzaron un nuevo récord --se vienen encadenando desde el año 2014--, siendo los envíos de 2.570 millones de euros (+4,8%). Pero sobre todo al salto del 16% del negocio llevado a cabo en el mercado doméstico, lo que sitúa este apartado en un volumen de 746 millones de euros.

La producción fue, finalmente, de 492 millones de euros, un 11,8% más que en el 2015, devolviendo la cantidad de pavimentos y revestimientos cerámicos salidos de los hornos de las fábricas de Castellón en los niveles del año 2008, como ya avanzó Mediterráneo semanas atrás.

Preguntado sobre cómo se presenta el futuro, en palabras del presidente de Ascer, no parece muy halagüeño, porque los empresarios se enfrentan «a una situación tremendamente cambiante». Por un lado, el mercado nacional «mantendrá la línea de crecimiento» del año 2016, aunque todo apunta a que será de manera más moderada «y sin olvidar que partimos de cifras muy bajas». De hecho, ahora mismo este pedazo del negocio solo representa el 22% del grueso, cuando llegó a ser más del 50%.

El problema se presenta, sobre todo, en el ámbito internacional, donde Zarzoso augura «un crecimiento muy moderado» a nivel global. Especialmente delicada es la situación en la UE, área que ahora mismo absorbe el 40% de las ventas al extranjero, donde el negocio posiblemente «se resentirá», con el brexit como telón de fondo. Ascer también da por hecho que, en EEUU, pese a ser un mercado que «crecen muy favorablemente» el nivel de pedidos, «difícilmente se va a mantener el ritmo por encima del 30%», como viene ocurriendo hasta ahora, y confiando en que los cambios en las líneas políticas del nuevo presidente Donald Trump no afecten. Por su parte, el área de los países del Magreb y los países de Oriente Próximo, también importantes, se mantienen en una clara tendencia descendente, mientras que los países del Este de Europa, con la Federación Rusa a la cabeza, la patronal confía en recuperar «la línea ascendente», aunque tras varios años ya en caída libre del negocio y, por tanto, muy lejos de los niveles que llegaron a representar.

«Trabajaremos con firmeza e ilusión para mantener nuestra posición en los mercados internacionales», defendió Pedro Riaza, secretario general de Ascer, quien confía en que el sector pueda consolidar la línea de crecimiento del sector manteniendo la vigente apuesta por la innovación y la promoción, a través de la marca Tile Style.