La industria cerámica española ha superado definitivamente sus dificultades y está en disposición de volver a luchar como el gran fabricante que es a nivel mudial, donde se consolida como el país que ofrece la mejor calidad, diseño, prestaciones y servicio al mejor precio. En definitiva, Cevisama 2017 ha servido para consolidar a las marcas de Castellón en el segmento top en el que estaba cómodamente emplazado y que la grave crisis económica que se arrastraba desde el año 2008 puso en peligro.

Cevisama 2017 ha sido un éxito sin precedentes. Todos los empresarios coinciden en señalar que ha sido la mejor edición en años. De entrada, por número de empresas expositoras, 721 firmas, que ocuparon los 100.000 metros cuadradoso brutos de superficie expositiva. Y segundo, porque es un hecho que el balance final, cuando se conozca, arrojará un crecimiento en la cifra de visitantes, apartado que, provisionalmente, se ha estimado en «un 8%» por parte del director comercial de Feria Valencia, Jorge Fombellida. En total, más de 80.000 profesionales han acudido a la llamada de una feria que el presidente de Cevisama, Manuel Rubert augura que «hará historia» en 2018, a tenor de las primeras sensaciones y reacciones por parte de empresarios y compañías --«también las italianas»-- que ya están anunciando que van a pedir «más metros» o solicitar un espacio, por lo que la organización desvela que medita «abrir otro pabellón», ya que el año que viene hay edición de maquinaria cerámica.

El director general de Pamesa, Jorge Bauset, mostraba su satisfacción estos días afirmando que «ha sido una feria muy buena, con buen volumen de trabajo y que ha permitido cubrir las expectativas con las que acudíamos», además de participar ya oficialmente, y por primera vez, con «TAU como marca plenamente incorporada en el grupo. Estamos muy satisfechos».

No se ha echado en falta ningún mercado. Cevisama ha constad que todos los mercados han respondido a la llamada. El director general de Ceracasa, Carlos Cabrera, y el de Azteca, Vicente Nomdedéu, admiten que han contado con compradores rusos, un mercado que lleva meses a la baja, y que ahora podría comenzar a remontar. También han estado los compradores ingleses, ajenos de momento al brexit, e incluso estadounidenses y canadienses, a pesar de que en pocas semanas tienen una feria, Coverings, muy cerca de sus casas.

Pero sobre todo, Cevisama ha constatado la recuperación del mercado nacional, desde el año 2008 retenido, y en mínimos, y que ahora está resurgiendo con fuerza. Nomdedéu, de Azteca, destacaba que en el 2016 se ha crecido en dos dígitos y «en este 2017 también deberíamos hacerlo: hay mercado y producto».

Los empresarios anuncian que se van a volcar ahora en transformar el interés y los acuerdos establecidos durante la feria en «contratos y pedidos», si bien muchos de ellos admiten incluso que hemos hecho negocio», en una feria muy profesional.

Esto, y «más apoyo y facilidades desde el Gobierno», en asuntos como «los costes energéticos» o «infraestructuras».