Casi tres de cada cuatro metros cuadrados de baldosas cerámicas que se fabrican en la provincia de Castellón tienen como destino final el mercado internacional, de ahí la importancia que tiene ver presencia extranjera en la feria de Cevisama, todo un trampolín para afianzar y abrir nuevos mercados que permita mantener o aumentar el crecimiento de las empresas.

Es por esta razón que todo lo que suceda en este entorno global es importante para esta industria puntera en el mundo. Más allá de los buenos augurios en cuanto a resultados que se respira en este ambiente ferial, dos episodios muy diferentes entre sí acapararon ayer los comentarios en los círculos azulejeros, como es la situación de Argelia a raíz de los obstáculos arancelarios impuestos por su gobierno o los últimos vaivenes bursátiles, que añaden un componente de inestabilidad con las que siempre se cuenta, pero que nunca se desean.

Argelia es un país volcado en un proceso de reconstrucción y que, apenas hace un año, se situaba entre los cinco mayores destinos de las baldosas cerámicas. Hoy es un espejismo de lo que fue, pero la industria aún confía en la intervención desde instancias europeas con el fin de recuperar un mercado que, por su proximidad y potencialidad, se presenta prioritario.

Y en la cara de la misma moneda, Estados Unidos y Extremo Oriente, todo un bálsamo para las mejores perspectivas de crecimiento.