Los grandes formatos han vuelto a marcar la diferencia en esta edición de Cevisama, con propuestas que han hecho de los tamaños XL, incluso XXL, la apuesta más llamativa de una edición que ha vuelto a poner de manifiesto las nuevas tendencias de un sector que recupera el tradicional terrazo, los textiles, los acabados naturales o la fusión de materiales. Por contra, los hidráulicos que camparon a sus anchas en las dos ediciones anteriores, hoy pierde fuelle en una pujante feria en la que se han presentado casi 200 novedades de producto.

Cevisama 2018, más allá del récord de visitas que el propio presidente de la entidad ferial, Manuel Rubert, avanzó ayer durante el acto que abrió la jornada sobre rehabilitación y reforma de viviendas, es también la edición en la que se ha puesto de manifiesto un mayor interés por captar el interés de los grandes prescriptores del sector, del ámbito de la arquitectura, el diseño o el interiorismo.

El jueves y víspera del cierre de feria presentó un balance con una actividad frenética en los expositores, con una importante presencia extranjera, que fue especialmente visible en aquellas firmas del sector de esmaltes, así como una elevada asistencia italiana en el pabellón de maquinaria cerámica. En cuanto a nuevas tendencias, las novedades en los espacios expositivos vinieron de la mano de los tonos metalizados inspirados en los 90, con acabados que aportan máxima luminosidad en los espacios.

Entre las nuevas propuestas, la recuperación de la tradición decorativa clásica, del XVII, en gamas cromáticas que van desde los verdes, rosas y azules con efecto aguamarina y estampaciones que inspiran ambientes naturales. Es la reivindicación a una vuelta al estilo clásico.

INVITACIÓN AL TACTO

En esta edición ferial destaca también la apuesta por las piezas con volúmenes, las superficies rugosas que dotan de vitalidad a los diferentes revestimientos, con una constante invitación al tacto y al detalle de las formas.

Pero los fabricantes también han hecho alarde en Cevisama de colecciones que destacan por su singularidad, piezas que simulan los procesos naturales ofreciendo piezas muy diferentes entre sí y que emulan el trabajo artesanal; así, destacan los efectos del tiempo, la erosión y el desgaste buscado a través de los esmaltes y rallados.

Y cómo no, la mediterraneidad está muy presente en unos espacios expositivos muy del gusto de los clientes orientales. Los motivos florales tienen también su protagonismo en esta feria, marcado por la búsqueda de la naturaleza como el argumento común de las creaciones y donde la madera y la piedra ayudan a crear ese ambiente curtido en mate.

UNA MAYOR LUMINOSIDAD

Por otro lado, el minimalismo sigue estando presente, tal como sucedió en la pasada edición; sin embargo, sobresalen más, si cabe, los espacios desnudos con la incorporación de piezas pequeñas que, a modo de estampados, dan la luminosidad que requieren las superficies armónicas. Es el tributo a la sencillez de unas tendencias que introducen nuevas tonalidades en sus versiones más claras y frías, alternándolas con otras de colores neutros y luminosos como el blanco. Y entre estas propuestas no falta la inspiración en los países nórdicos y sus climas fríos y su búsqueda de la luminosidad.