L’Alcora recupera con «orgullo» sus raíces, y lo grita a todo el mundo en Cevisama, donde el Ayuntamiento expuso ayer ante todo el sector cerámico el proyecto de recuperación de la Real Fábrica del Conde de Aranda. Se trata de un espacio clave en la historia de l’Alcora, un edificio en el que hace casi 300 años comenzó a fraguarse la identidad actual de la población y en el que nació el sector cerámico de la provincia. Ahora, el equipo de gobierno de la capital de l’Alcalatén se ha propuesto una «ambiciosa» iniciativa: la recuperación y puesta en valor de la Real Fábrica del Conde de Aranda, fundada en 1727. El acto ha estado respaldado por el presidente de Les Corts Valencianes, Enric Morera; el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer; el presidente de Feria Valencia, José Vicente González; el presidente de Cevisama, Manuel Rubert; el presidente del Consejo Rector de la Caja Rural San José de l’Alcora, José Luis Esteban; los miembros de la corporación municipal y una amplia representación del sector cerámico.

«Recuperar la Real Fábrica supone rescatar un espacio clave en la historia de l’Alcora. No se entendería la pujanza de la industria azulejera de Castellón sin la Real Fábrica de l’Alcora. Por otra parte, es uno de los escasos ejemplos del incipiente desarrollo industrial de España en el siglo XVIII, y por ello mismo un elemento único del Patrimonio Industrial Valenciano», destacaba ayer el alcalde de l’Alcora, Víctor Garcia.

EN MARCHA

Los trabajos han comenzado, según ha explicado el director del Museu de Ceràmica, Eladi Grangel, con la adquisición de una primera parcela de 440 m², en octubre del 2016, que corresponde a parte del edificio fundacional. Posteriormente, en sesión plenaria de enero del 2017, se acordó la adquisición de otra parte del solar, de más de 3.500 m², cuyo valor más destacado es un conjunto de 3 hornos de finales del siglo XVIII. Por su parte, el primer edil ha adelantado que está muy avanzados los trámites para adquirir, vía permuta, una última parcela de casi 5.000 m² que engloba el resto del edificio fundacional, las estructuras relacionadas con la acequia, las balsas de decantación y la fachada trasera, entre otros elementos.

«Muy pronto dispondremos de casi 9.000 m² de los 11.000 que llegó a tener la Real Fábrica. Esta parcela dará opción a l’Alcora de contar con una gran área dotacional en pleno casco urbano», que permitirá la museización de la historia directa de la industria cerámica provincial.