El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, se ofrece a los empresarios de la industria cerámica a que aprovechen las oportunidades comerciales que ofrece Canadá, después del acuerdo comercial que se ha alcanzado entre el país norteamericano y la Unión Europea. Gracias a ese convenio bilateral preferencial, «los 18 puntos de aranceles que existían desaparecen», indicó Puig, una oportunidad que el Gobierno valenciano tratará de aprovechar al máximo gracias a «un viaje comercial potente» que la Generalitat está organizando en el país «para primavera», con el objetivo de situar los productos de la Comunitat, entre ellos los cerámicos, en el extenso mercado.

Hay que subrayar que, ahora mismo, 200 millones de euros se mueven desde la Comunitat con Canadá, un negocio que a partir de ahora será libre de aranceles cuando entre en vigor el CETA --siglas en inglés del acuerdo de libre comercio entre ambas regiones--.

Ximo Puig fue el encargado ayer de inaugurar Cevisama 2017, un gran escaparate de «oportunidades que hay que aprovechar» y sobre cuyo funcionamiento se mostró muy optimista, ya que anunció que confía en que la muestra termine con un nivel de «120.000 visitantes», un objetivo ambicioso teniendo en cuenta que en la pasada edición, que incluía maquinaria cerámica, fueron 78.000 los profesionales que recorrieron el certamen. De esa cifra, «15.000» serían extranjeros.

«La Generalitat está al lado de los empresarios, ayudándoles a mejorar su productividad y competitividad», afirmó en su discurso inaugural, animando a que la industria cerámica castellonense no sea solo la primera europea a nivel productivo, sino también «la primera en diseño, innovación y precio», apartado este último en el que el clúster italiano sigue siendo líder mundial, a pesar de los avances y el esfuerzo de las compañías españolas.

El presidente de la Generalitat valenciana también animó a seguir replanteando el concepto de ferias, ya que el vigente modelo está «en cuestión». En este sentido, defendió que hay que dejar atrás «la política de grandes contenedores» para reconvertirse en la de «grandes contenidos», del que Cevisama es uno de sus máximos ejemplos, por sus avances en tecnología e innovación.

«Esperamos que la feria sea un gran éxito», insistió Puig, quien exhibió como muestra de apoyo al sector cerámico la puesta en marcha del Plan Renhata de ayudas a la rehabilitación y reforma de viviendas del Consell.