El pleno del Consell de la Generalitat aprobó hace un mes el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde de la Comunitat (Pativel), un proyecto encaminado a la protección de los espacios de costa no urbanizados que, desde su gestación, encontró la oposición de varios consistorios y propietarios afectados, debido a las consecuencias que puede suponer para el crecimiento de las localidades y las expectativas de los poseedores de unos terrenos que pasan a elevados grados de protección.

Desde el consistorio de Alcalà de Xivert indican a Mediterráneo que los servicios técnicos municipales están analizando el documento definitivo, así como la contestación a las alegaciones formuladas en el segundo periodo de exposición pública. «Una respuesta que llegó después de que la Generalitat diera el visto bueno», concretan.

Tras el análisis al plan definitivo, el Ayuntamiento interpondrá medidas para hacer valer su punto de vista en este proceso de tramitación. El alcalde, Francisco Juan, ya indicó a comienzos de mayo que en la localidad son «los primeros interesados en proteger el medio ambiente, pero no se puede castigar tanto a los municipios y a los propietarios». En Alcalà, la parte más afectada es la del sur de Alcossebre y Capicorb. «Presentamos una alternativa que respetaba todos los parámetros del Pativel, en cuanto dejar ventanas abiertas al mar o rebajar la edificabilidad, pero no se tuvieron en cuenta», explica el primer edil xivertense.