Con un escueto “hoy dejo la presidencia de la Taula del Sénia”, Marcelino Domingo anunció el miércoles en su muro de Facebook la intención de abandonar su cargo al frente de la mancomunidad. El a la sazón alcalde de Benicarló, que actualmente está disfrutando de unos días de asueto, no expuso los motivos que le han llevado a tomar tal decisión, pero todo apunta a que la marcha independentista y el posicionamiento de algunas personas estrechamente vinculadas con la entidad que preside, han sido el factor determinante que le ha llevado a expresar su voluntad de dejar el cargo.

Por su parte, Tere Adell, gerente de la Mancomunitat de la Taula del Sénia, ha declinado hacer valoraciones sobre el particular, aunque confesó estar al corriente del mensaje expuesto por Domingo en la red social. Adell aseguró que la gerencia “no ha recibido comunicación oficial alguna, ni verbal ni escrita, por parte de Marcelino Domingo en este sentido”, a la vez que comentó que prefería “esperar unos días y hablar con él, antes de hacer cualquier tipo de declaración”, quizá con la esperanza de que el munícipe benicarlando todavía reconsidere su postura.

Recordar que Domingo fue reelegido presidente del ente el pasado año, en asamblea general, y que en los siete años de existencia del organismo supramunicipal era la primera vez que un máximo representante repetía. Con todo, la asamblea consideró que era la persona idónea para mejorar la difícil situación económica que está afrontando la entidad.

OBJETIVOS // Otro dato relevante es que la Mancomunitat de la Taula del Sénia, que está integrada por municipios de la Comunitat Valenciana, Cataluña y Aragón --gobernados por alcaldes que pertenecen a distintos grupos políticos--, nació con el objetivo de defender intereses comunes a través de la unión de los pueblos y dejando los colores políticos a un lado. La organización, que desde un principio ha enarbolado la bandera de la unidad y el talante conciliador, se enfrenta ahora a una posible crisis de carácter político e institucional.

Esta vez, el río Sénia, que hasta ahora ha sido puente, parece ser que se está convertiendo en frontera y vuelve a centrar la atención, como ya sucedió el miércoles en la cadena humana de la Via Catalana hacia la independencia. H