Una auténtica legión de medusas han llegado a la costa de Burriana en los últimos días. Sólo en la jornada del martes se atendieron a 150 personas y, de ellas, 85 recibieron asistencia en el puesto de la Malvarrosa. La plaga ya se hizo notar el lunes, cuando se registraron más de 80 casos.

Aunque ayer se dieron las condiciones para que descendiera el número de afectados, debido a una disminución en el número de bañistas por las rachas de viento y el gran oleaje, lo que obligó a ondear a bandera amarilla, los socorristas siguen en alerta. Así, se produjeron picaduras tanto en la playa de la Malvarrosa como en la de l’Arenal. En este segundo enclave los principales perjudicados fueron un profesor y los alumnos que asistieron para realizar un cursillo de surf.

Se dio la circunstancia de que fueron varios los bañistas que las vienen sufriendo de manera consecutiva cada día que acuden a la playa esta semana. En la gran mayoría de los casos, la picadura de la medusa simplemente causa un escozor que se alivia con una solución de amoniaco (30%) y suero (70%), que alivia el picor y logra que desaparezca al rato.

A pesar del elevado número de picaduras, prácticamente ningún bañista las ha visto y únicamente han notado el escozor derivado de la picadura. El único ejemplar que se ha capturado hasta ahora es de una especie no excesivamente corriente, aunque sí catalogada como “muy urticante”. Se trata de la medusa cruz (Olindias phosphorica) que tiene un diámetro de hasta ocho centímetros, transparente con cuatro líneas radiales blancas opacas y tentáculos marginales de color azul o burdeos. Las dos especies de medusa más corrientes en el Mediterráneo son la medusa luminiscente y medusa luna común.

BANDERA DE ALERTA // Por su parte, el secretario local del PSPV-PSOE, Vicent Aparisi, instó a la edila de Turismo, Belén Sierra, a “tener previsto una bandera para avisar de la presencia de medusas y una red que funcione a modo de barrera como tienen otras playas españolas, para proteger o acotar una zona libre de las mismas”. “Pero lo que no puede ser es tardar en actuar o no avisar a los bañistas, que es lo que ha ocurrido”, añadió Aparisi. H