El mercado de la playa de Almassora ha abierto al público un verano más con la previsión de que hasta 54 puestos oferten sus productos este verano. Esta es la cifra total de comerciantes inscritos en el consistorio y que, cada domingo hasta el 2 de septiembre, acercarán al distrito marítimo frutas, verduras, productos textiles y del hogar.

Tras la municipalización del servicio en 2017, este mercado dominical resulta más atractivo para los profesionales de la venta ambulante, puesto que gestionan con el consistorio directamente la ocupación del espacio y su beneficio es mayor. Al igual que el pasado verano, el departamento de Comercio ha ofertado 50 plazas en este mercadillo y ha ajustado la distribución para dar cabida a todos las solicitudes recibidas.

La corporación municipal ha visitado esta mañana los puestos que ya venden sus productos en el distrito marítimo y ha podido comprobar de primera mano la amplia oferta. Además de los puntos de venta de frutas y verduras, el mercado dispone de un puesto de salazones y de un servicio de bar. En el apartado textil, los clientes encontrarán ropa de calle, de baño y de hogar, bolsos y complementos y calzado, un abanico de posibilidades al que cabe sumar la bisutería y los productos de menaje.

Para el concejal de Comercio, Roger Beltrán, “el mercado dominical de Almassora, situado junto al mar, es el sitio perfecto para realizar las compras de la semana y disfrutar de la playa en la misma mañana”. Además, el edil ha destacado “el servicio que estos comercios dan a los residentes en el distrito marítimo, gracias al que evitan tener que desplazarse y tienen a mano los productos que necesitan para el día a día”.

Está previsto que en las próximas semanas se ocupen la totalidad de los espacios reservados, a medida que otros mercados ambulantes de los alrededores cierren la temporada. Así pues, hasta el 2 de septiembre, el recinto de la playa de Almassora abrirá cada domingo de 8.00 a 13.00 horas.

MERCADO DE ANTIGÜEDADES

Junto al resto de comerciantes, la asociación La Vila instala su tradicional mercado de antigüedades, en el que pueden hallarse desde libros y discos antiguos hasta objetos de decoración y utensilios de cocina. De este modo, los puestos se trasladan desde la plaza de la Picaora (ubicación habitual del mercado) al distrito marítimo, donde también abrirán hasta el 2 de septiembre.