La alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, anunció ayer nuevas excavaciones en el Torrelló del Boverot durante el 2017. Además, confirmó que el yacimiento acoge desde esta semana los trabajos de consolidación que tienen como objetivo reforzar el asentamiento para evitar desprendimientos en las piedras que forman las paredes del poblado.

Concretó que las excavaciones, para las que se ha consignado una partida en el presupuesto del próximo ejercicio, se han programado en 500 m2 de la cara norte del Torrelló, por la que se accede al mismo. El objetivo, aseguró Nicolau, es ver la altura del yacimiento y buscar nuevos restos. «Queremos convertir este lugar en un símbolo de Almassora”, manifestó la munícipe.

Respecto al proyecto de consolidación, que contó con el visto bueno de la Dirección Territorial de Cultura de Castellón y de la Conselleria, pretenden recuperar la pared norte de la habitación 7 y en la estancia conocida como número 16, datada de finales del siglo II a.C. Estas dos áreas, según han apuntado fuentes municipales, quedaron fuera de la intervención realizada en el 2013 por el Consell. “Al encontrarse en una zona que soporta mayores erosión y más expuesta, sus muros han sufrido desprendimientos”, apuntaron.

La actuación, que cuenta con un presupuesto de 7.889,20 euros y asume el área de Patrimonio del Ayuntamiento, se centrará, del mismo modo, en la parte ibérica del asentamiento. La intención de los técnicos municipales es prevenir posibles desprendimientos. “Los trabajos de consolidación pretenden recomponer la estructura del enclave, a la vez que respetan las huellas que el paso del tiempo ha dejado sobre sus paredes y estancias”, incidió la concejala de Patrimonio, Amaya Gómez, que el pasado miércoles visitó el antiguo poblado.

De hecho, fuentes municipales han explicado que aquellos tramos en los que los arqueólogos estimen oportuna la reconstrucción parcial de las estructuras, la ejecución se realizará con las mismas técnicas y los mismos materiales empleados por los pobladores originales del Torrelló en el siglo II a.C. “Queremos que este yacimiento sea comprensible para todo el mundo», dijo.