El Ayuntamiento de Almassora inicia la campaña de sensibilización para proteger las farolas del municipio de los orines de los perros, una problemática que se repite en diferentes zonas.

Bajo la denominación El pipí me destruye, el Servicio Municipal de Mantenimiento y Logística instalará estas banderolas en aquellos puntos que sufren la conducta irresponsable de determinados propietarios de mascotas.

En esta ocasión, el departamento de Medio Ambiente invierte 1.900 euros para la compra de 200 adhesivos que se repartirán en diferentes zonas del casco urbano, la playa y el paraje de Santa Quitèria donde ha detectado una mayor incidencia de la corrosión en las farolas por efecto de la orina de los animales.

En concreto, 130 placas protegerán las ubicadas en el centro del municipio, 60 lo harán en el distrito marítimo y las 10 restantes corresponden a las que alumbran el paseo de Santa Quitèria.

Los operarios instalaron ayer los primeros adhesivos en la calle San Jaime, donde el vecindario sufre las molestias de los dueños que no llevan a sus mascotas a las zonas acotadas. El resto de pegatinas del casco urbano se distribuirán entre el parque Manolo Pesudo, el Grupo Pío XII, la calle San Rafael y la plaza Víctimas del Terrorismo y Darremur, en la conexión con la senda de la desembocadura del Millars.

La medida también se aplicará en el paseo de Santa Quitèria.