Almassora destinará 1 millón de euros de los fondos Feder de la Unión Europea a peatonalizar la Vila. Así lo confirmó la alcaldesa, Merche Galí, antes los vecinos que ayer participaron en la reunión para conocer el anteproyecto de reforma de la calle San Joaquín y la plaza de la Iglesia.

La planta baja del Museu Municipal quedó literalmente pequeña para acoger a las decenas de personas que se sumaron a la convocatoria para conocer la propuesta preparada por los arquitectos externos encargados del diseño, en el que, incidieron, han tenido en cuenta las particularidades de la zona y que sea extrapolable al resto del núcleo.

«Vamos a poder adelantar años de trabajo gracias al empujón de Europa», aseguró la munícipe, en referencia a los 10 millones de euros con los que cuenta el municipio para desarrollar la estrategia Edusi --cinco aportados por la UE y otros cinco por el consistorio--. En este sentido, Galí explicó que con el millón de euros que se destinará al Plan Especial de la Vila de estos fondos se prevé que, además de la mejora de San Joaquín y la Iglesia, también se haga efectiva antes del 2023 la de la calle San Vicente y la plaza Mayor.

Comienzo este año

Esta parte también confirmó a los residentes que la primera fase comenzaría antes de finalizar el año, posiblemente después de las fiestas patronales. Una circunstancia que condiciona los plazos de actuación pero también el diseño al acoger, entre otras citas, festejos taurinos.

De este modo, el equipo de arquitectos explicó que la intervención comenzará desde el Raval hasta la plaza de la Iglesia, por lo que también se actuará en un tramo de la calle Colón. En estas zonas está previsto que las aceras no sean en altura como en la actualidad y que estén delimitadas de la calzada por el material a utilizar. Hablaron de la utilización de granito de cantera por su atemporalidad y fácil reposición.

Además, el proyecto prevé dar importancia a la entrada de la Vila con una placa que lo marque. En esta línea se ha pensado en un «código de pavimentación que resalte algunos puntos» como en los edificios protegidos, murallas, arcos o lápidas funerarias.

Aparcamiento

Respecto a la plaza de la Iglesia, los expertos apuntaron que surgieron condicionantes y confirmaron que, en su propuesta, habrá una zona verde y de descanso y eliminarán las plazas de aparcamiento actuales.

La perdida de espacio para aparcar es lo que más preocupó a los vecinos. Galí explicó que buscarán zonas alternativas. También preguntaron por los materiales a utilizar, el aprovechamiento de las obras para mejorar el alcantarillado y cableado, así como el sistema para regular el tráfico para el que barajan los bolardos.