El equipo de gobierno de Moncofa, liderado por el popular Wenceslao Alós, ha propuesto a la oposición no modificar el tipo impositivo aprobado en octubre del 2016, de manera que los vecinos «pagarían menos por el IBI por primera vez desde la revisión catastral del año 2011, que disparó los valores en más de un 300%», señalan desde el ejecutivo local.

Alós explica que, tras la reducción en un 13% de los valores de los bienes de naturaleza urbana aprobada para el 2017, «es el momento en que la mejora de la situación económica del Ayuntamiento también se note en los bolsillos de los vecinos». Y añade que «los impuestos en Moncofa han sido tan altos que han estrangulado la economía de muchas familias. Hasta ahora, hemos ido bajando el impuesto de circulación, las basuras y el IBI rústico; y es el momento del IBI urbano».

El consistorio moncofense recauda anualmente unos cinco millones de euros por este impuesto --con la bajada ingresaría unos 100.000 euros menos-- para un presupuesto que ronda los 10 millones, «un porcentaje superior a la media y que evidencia una elevada presión fiscal».

Para el PP, «este ha sido siempre un pueblo agrícola, con mucho minifundismo y, durante la burbuja inmobiliaria, numerosos campos se convirtieron en solares. Ahora, cuando las empresas han desaparecido o quebrado, los vecinos son los que soportan la sangría de este impuesto».

El tipo impositivo de gravamen del IBI en Moncofa -el coeficiente que se aplica para calcular cuanto paga cada ciudadano-- ha ido bajando desde el 2010 del 1% al 0,57%, reducción que, hasta ahora, solo compensaba la subida derivada de la revisión catastral del 2011. «Para el 2017, estamos hablando de una bajada real y los moncofenses pagarán menos», asegura el primer edil.