El sector pesquero de Benicarló vivió ayer sus horas bajas a pesar de celebrar una jornada festiva en honor a San Pedro, el patrón de los marineros. Y es que el hecho de no poder realizar la tradicional procesión marítima, por el imperativo legal que marcan las directrices europeas en relación a los meses de veda, restó realce y asistencia a los actos organizados. La celebración se inició con una misa en la iglesia del Cristo del Mar con escasa afluencia y continuó con la procesión hasta el puerto. Los miembros del cabildo, la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, representantes municipales, vecinos y visitantes, se quedaron esta vez en tierra.

Ni siquiera los fuegos artificiales disparados para la ocasión, consiguieron animar al reducido número de asistentes que manifestaron su desilusión. “La procesión marítima es un auténtico atractivo turístico y este año muchos visitantes han optado por no venir”, señaló uno de los marineros más veteranos. “Esperamos que el año que viene se solucione y se realice la salida marítima”, señalaron desde el cabildo.

También el portavoz de Ciudadanos (C’s) en Benicarló, Benjamín Martí, se unió al descontento, y lamentó que “se prohíba la romería en el mar”, pues en su opinión, es un “sinsentido”, dado que no tiene que ver con la inactividad pesquera y no le afecta. H