Las inmediaciones de la actual ermita de Santa Llúcia de Alcossebre tuvieron una enorme actividad comercial y manufacturera durante la Edad de Bronce. Algo que los investigadores ya apuntaban, y que ahora se confirma tras el sorprendente hallazgo de unas valiosas piezas de oro, que datarían del siglo VI antes de Cristo.

El arqueólogo coordinador de las excavaciones, Gustau Aguilella, presentó ayer el resultado de los trabajos y destacó que los elementos encontrados «no son joyas que adquirieron personas adineradas, sino objetos sueltos, lo que nos da a entender que aquí hubo un taller de artesanía, que adquiría el material y lo transformaba en piezas delicadas, con riqueza en los detalles», con la finalidad de exportarlas. «Todo esto da una idea de las dimensiones del asentamiento y su importancia», tal y como puntualizó.

De este tesoro destacó un trozo de oro puro, usado como base para sus creaciones, o piezas de brazaletes. «Talleres como estos, en la era estudiada, los hay con los dedos de la mano en España, por lo que este le da un carácter único y excepcional», especificó el científico.

Descubiertos los restos del pasado, el siguiente proceso será ahora su custodia en el Museu de Belles Arts de Castelló, y el análisis en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). «Durante julio se hará una aplicación de isótopos, para tratar de saber de qué yacimiento salió la materia prima», dijo.

Precedentes

Las anteriores excavaciones en este punto de Alcalà de Xivert hallaron vestigios de un relevante comercio, como plomo de Almería o cobre de Linares. Una acción que sería el caldo de cultivo de la cultura ibérica, con muestras como las del Puig de la Nau de Benicarló. Para Aguilella, lo de este año supone la culminación de la labor constante de las seis ediciones anteriores, que han sacado a la luz diferentes aspectos de asentamientos datados hasta en tres épocas distintas.

«El lugar en el que lo hemos visto ya está todo analizado, por lo que ya no habrá más restos como estos», incidió Aguilella. A pesar de ello, este espacio elevado a más de 300 metros sobre el mar puede dar más sorpresas en fases futuras. Por otro lado, se encontraron dos objetos de cerámica, datados entre los años 2.200 y 1.900 antes de Cristo.