El frío y la lluvia registrados durante las últimas jornadas en Benicarló concedieron ayer una pequeña tregua para poder vivir la mayoría de los actos programados en la jornada del sábado en la Festa de la Carxofa. Entre estos destacó sobremanera la torrà popular, organizada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Carxofa de Benicarló. En este encuentro lúdico y gastronómico se dio cuenta de las cerca de 2.000 alcachofas cocinadas sobre las brasas y se volvió a batir el récord de participantes.

La plaza de la Constitución comenzó a llenarse de asistentes, desde las 19.00 horas, ávidos por catar la hortaliza estrella de Benicarló que en su preparación más humilde dio muestras de sus cualidades. Así, al calor de las brasas, con una pizca de sal y aceite de oliva, sobre una tosta de pan de pueblo y un trago de vino tinto, se eleva a la categoría de manjar. Una delicatessen accesible a todo el mundo por el precio de un euro.

El Consejo Regulador no solo aportó las hortalizas, también colaboró en la preparación de las ascuas, tareas para las que contaron con la ayuda de varios miembros de la corporación municipal y personalidades de la agricultura y la cultura benicarlandas. El mismo alcalde, Marcelino Domingo, no dudó en meterse en faena y servir humeantes raciones de alcachofa. “Estoy un rato, porque más tarde tengo que acompañar a las delegaciones de Ladispoli y Saint Pol de Léon”, explicaba.

El inicial nexo de unión agrario y económico entre las tres ciudades se ha complementado con excelentes vínculos de amistad. De hecho, italianos y franceses disfrutan de la Festa de la Carxofa como unos benicarlandos más. Incluso se pudo escuchar al alcalde de Saint Pol de Léon, Nicolas Floch, en perfecto valenciano gritar: “Visca la Festa de la Carxofa”.

La ciudad se ha convertido este fin de semana en destino para numerosos visitantes que, desde la tarde del viernes, están disfrutando de los festejos en honor de la reina de la huerta local.

Una parte de ellos ha realizado el viaje desde diversos puntos de España e incluso de otros lugares de Europa, con la “casa a cuestas”, para acudir a la cita anual de la Concentración de Autocaravanas, Caravanas y Campers, que acoge la ciudad todo el fin de semana, en la explanada de un centro comercial benicarlando.

A todos, locales y foráneos, no les faltaron ocasiones para degustar la afamada alcachofa de Benicarló. La gran mayoría de los visitantes se dedica a completar la que ha venido a denominarse Ruta del Pincho y que consiste en recorrer todos los bares y cafeterías del municipio que participan en las sextas Jornadas del Pincho de la Alcachofa (más de 30 establecimientos) y probar sus propuestas gastronómicas.

Una reacción gastroturística que ha sido muy bien recibida por el sector hostelero local. “Entre semana ha estado un poco flojo debido al mal tiempo, pero desde la noche del viernes está funcionando muy bien y, además de la clientela habitual, está viniendo mucha gente de fuera”, comentaban a Mediterráneo los responsables del bar La Sequieta, participantes en las jornadas.

A su juicio, la idea de instaurar esta iniciativa “es de aplaudir”, puesto que “no solo sirven para promocionar un producto local, como es la alcachofa, sino que también ayuda a reflotar la economía en tiempos de crisis”.

No obstante, el tiempo sí que afectó a otros actos programados, como la novena Regata Alcachofa de Benicarló, que vio cómo la falta de viento obligaba a retrasar la salida, o que el concurso gastronómico Tierra y Mar fuera suspendido, a causa de la falta de alcachofas para su desarrollo. H