Folclore, devoción y artes escénicas se dan la mano en la obra El Crist de la Mar. Benicarló 1650, escrita y dirigida conjuntamente por José Luis Guzmán y Josi Ganzenmüller, que se representa coincidiendo con el 75º aniversario de la llegada al municipio de la segunda imagen del Cristo, confeccionada a partir de los escasos restos que pudieron recuperarse de la original, destruída en los tiempos de la guerra civil.

El argumento se desarrolla en el Benicarló de hace 365 años, cuando, según la leyenda sobre la que se basa el libreto, la entonces villa sufría el azote de la peste bubónica y César Cataldo, que estaba preso en Túnez, consiguió escapar de su cautiverio en una barca con la imagen del Cristo. El bote se detuvo frente a Benicarló y al tocar tierra, la epidemia desapareció. Así nació una de las manifestaciones de fe más arraigadas del imaginario colectivo y que ha perdurado durante siglos. “Mosén Canelles nos propuso en el 2000, en el 350º aniversario de la efeméride, escribir una obra teatral sobre ello y que se estrenase en el marco de los actos organizados para celebrar el acontecimiento”, explica Guzmán.

Así las cosas, aquella primera representación cosechó tal éxito que se decidió repetir cada cinco años. Unas 150 personas, entre actores y equipo técnico, participan en la puesta en escena de la obra que, hoy, Domingo de Ramos, a las 18.30 horas y antes de la procesión de bajada del Cristo del Mar a la parroquia de San Pedro Apóstol, volverá a representarse en el religioso templo de San Bartolomé. H