Algo más de tres décadas después de que Benicarló sacara adelante su último Plan de General de Ordenación Urbana (PGOU) --el vigente data del año 1986--, el consistorio ha dado un importante paso adelante para acortar el proceso para contar con uno nuevo.

A día de hoy, según la alcaldesa, Xaro Miralles, por primera vez cuentan «con un calendario consensuado con los redactores del plan que fija los plazos y fechas, trabajos y tramitaciones que se deberán llevar a cabo hasta la aprobación definitiva para definir el futuro urbanístico de Benicarló». Al respecto, esperan aprobar de forma inicial y provisional el documento de revisión en julio.

En la actualidad, el Ayuntamiento dispone del documento de referencia, que caducaba en el 2016, pero se solicitó una prórroga que finaliza en agosto del 2018. A partir ahora redactarán el documento preliminar del plan estructural, que definirá la tipología de suelo, la intensidad bruta de edificación y las posibles figuras de protección del territorio. Paralelamente, elaborarán el estudio ambiental y territorial estratégico, que está previsto que se culmine a finales de junio.

Con todo ello, el objetivo del calendario marcado es que el nuevo y modificado Plan General de Ordenación Urbana benicarlando se pueda aprobar definitivamente a finales del 2018, tras un proceso de revisión que comenzó a gestarse hace ya 14 años.