El Almacén de la Mar de Benicarló acogió ayer la segunda edición de la Miscelánea Culinaria, una iniciativa conjunta de las concejalías de Cultura y Promoción Económica, que han decidido volver a aliarse tras el éxito cosechado el año pasado en la primera experiencia piloto.

Lejos de ser una feria gastronómica al uso, esta cita ofreció un amplio abanico de actividades que giraron alrededor del universo culinario, en perfecta comunión entre el arte y la cultura. No en vano algunos chefs consideran la cocina una manifestación artística, amparándose en la forma creativa de preparar los alimentos. Buena muestra de esa creatividad pudo verse ayer, hasta el punto de transformar la elaboración de los productos en una sinfonía de sabores y en una poesía visual. La puesta en escena, la música y las enseñanzas de los participantes cautivaron al numeroso público que acudió a la convocatoria y que disfrutaron del día con los cinco sentidos. H