BENICARLÓ. El Ayuntamiento de Benicarló ha dispuesto varias trampas para el picudo rojo en el término municipal. Estas tienen la función de monitorizar las migraciones de este insecto para dilucidar su incidencia dentro del territorio. Así, se han colocado hasta seis dispositivos, abarcado todo el término, incluyendo el polígono industrial. El concejal de Medio Ambiente y Urbanismo, Pedro López, recordó que el picudo rojo tiene de tres a cuatro ciclos de puesta, dependiendo de las temperaturas, y que en cada una se pueden llegar a contabilizar 300 larvas. M. J. S.