La multitudinaria torrà popular celebrada ayer en Benicarló congregó tanto a vecinos como a visitantes que se acercaron para degustar la preciada alcachofa.

La hortaliza se presentó de la forma más sencilla y humilde, pero no por ello menos sabrosa. Asada al calor de las brasas y aderezada con una pizca de sal y un poco de aceite de oliva fue suficiente para que los miles de asistentes acabaran, literalmente, chupándose los dedos mientras iban saboreando la preciada verdura y despojándola de sus hojas, hasta llegar a su corazón.

Más de una tonelada de alcachofas, 1.200 kilos, abastecidos por el Consell Regulador de la Alcachofa de Benicarló Denominación de Origen, se emplearon en la elaboración de las más de 2.000 raciones, al módico precio de 1,5 euros cada una, que se distribuyeron entre los eventuales comensales. Todo ello, acompañado con vino de la comarca, a beber directamente del porrón. Lo único que ensombreció ligeramente la fiesta, fue la suspensión por inclemencias meteorológicas de la mascletà prevista para las 21 horas. El disparo pirotécnico, que hubiera ido a cargo de la afamada Pirotecnia Tomás, de Benicarló, era una de las novedades introducidas este año en el programa y con él se pretendía agasajar a la delegación de Saint Pol de León y a los turistas. H