Benicàssim ha vivido un primer fin de semana de junio muy intenso y lleno de ambiente. Y es que a la celebración del II Blues Festival, que culminó ayer, se sumó la ya tradicional concentración de motos Vespazahar 2013, que atrajo a cerca de medio millar de estas originales, curiosas y míticas motos que rugieron por la localidad, especialmente en la playa l’Almadrava, junto al chiringuito Jota’s.

Este popular establecimiento costero, que ya presta servicio a pie de playa, volvió a patrocinar este evento con la confección de una tortilla de patata monumental, que sirvió de aperitivo, junto al sabroso chorizo el infierno, a cientos de participantes y visitantes.

El responsable del Jota’s, Vicente Pallarés, explicó que la comida abasteció a “400 personas” y destacó que “cada año más gente se suma a esta iniciativa, que lleva desarrollándose en el municipio ya ocho años”. A que el evento fuera multitudinario también contribuyó el buen tiempo. Así, muchos vecinos aprovecharon para tomar unas tapas frente al mar y en un entorno inmejorable, al mismo tiempo que admiraban las casi 500 vespas que decoraban este espacio.

Una vespa 125 Faro Bajo del año 1953 era la más antigua de la improvisada muestra y la primera de este modelo construida en España, confeccionada, además, en Tales. Pero también se podían contemplar otras tan curiosas como una 160 GS electrónica de color naranja o una Año 20 PX 200 Iris, entre otras muy llamativas. Y es que no había ninguna vespa igual.

“Todas están muy personalizadas”, según explicó Pepe Gozalbo, de Vespa Club Castelló. Amantes de estas motos de Almería, Tarragona, Mallorca, Barcelona o Madrid participaron en esta concentración que ha pasado también por otras localidades de la provincia, como Orpesa u Onda. H