La liquidación de la deuda de la Generalitat valenciana con Villa Elisa sigue siendo una incógnita pero Benicàssim continúa insistiendo en defender sus intereses.

La alcaldesa de la localidad, Susana Marqués, se trasladó a la sede del Consell en Valencia para mantener un primer encuentro con el nuevo director de CulturArts, Manuel Tomás, y con el secretario autonómico de Cultura y Deporte de la Generalitat, Rafael Ripoll, para tratar este tema tan fundamental para la población.

Marqués solicitó al responsable de CulturArts que el pago de la deuda de 1,5 millones de euros que mantiene la institución valenciana con el consistorio por las obras del palacete de la playa del Voramar “sea una prioridad”.

Y es que, los trabajos de remodelación de la edificación centenaria llevan paralizados ya varios años, desde el 2009, y de retomarse la actuación se estima que esta podría estar finalizada en alrededor de ocho meses y quedaría pendiente una inversión de en torno a un millón de euros.

Las obras de reforma de esta villa a primera línea de playa fueron adjudicadas en marzo del 2007 por un total de 1,84 millones de euros. Los problemas comenzaron cuando el consistorio, representado por el anterior gobierno del tripartito, dejó de percibir la financiación acordada de la Generalitat y se vio obligada a afrontar y a adelantar los pagos a la firma adjudicataria para poder continuar con los trabajos y que no tuvieran que pararse. En concreto, el municipio entregó 1,5 millones de euros y, posteriormente, se paralizó el proyecto.

Desde el Consell aseguraron que el 50% de la deuda se pagaría a finales del 2012 y la otra mitad a principios de este 2013 pero, de momento, no ha sido así. H