El Ayuntamiento de Benicàssim pedirá una revisión catastral, tras el acuerdo tomado en el último pleno de forma unánime por parte de todos los grupos políticos, con una moción de Compromís que se aprobó finalmente como moción institucional. El objetivo es “reivindicar unos valores que se ajusten a la realidad del mercado atendiendo a una de las principales demandas de los ciudadanos durante estos últimos años”, argumentaron. La alcaldesa, Susana Marqués, indicó que “ya había prevista una reunión con los técnicos del catastro la semana que viene para solicitarles una nueva revisión de valores”.

En otro aspecto, de los 17 escritos presentados por los partidos de la oposición, cinco se tuvieron en consideración como mociones y el resto, como ruegos y preguntas, según el informe del secretario, ajustándose a la normativa que dicta que “todo aquello que en su parte resolutiva no conlleve una votación que sea objeto de pleno, no puede considerarse como moción”. Algo que propició el abandono de la sala de los ediles de Compromís y Ara. El portavoz de la coalición, Joan Bonet, aseguró que su grupo “presentará una queja formal al Síndic de Greuges, al considerar que es algo sin precedentes en la historia de la democracia”. La sesión continuó con la presencia de PSPV, Ciudadanos, ARB y PP. H