El pleno de Benicàssim aprobó ayer, con los votos a favor del PP, ARB y Ciudadanos, y en contra del PSPV, Compromís y Ara, la desestimación de las alegaciones, con la consiguiente aprobación definitiva de la modificación de la ordenanza del IBI, dejando el tipo de gravamen en el 0,56.

La medida supondrá una reducción del 8% en el valor catastral de los inmuebles y un 2% menos en el importe total del recibo. Esta rebaja se produce a raíz de la solicitud del consistorio, después de una moción de Compromís, y fue aprobada por unanimidad, teniendo en cuenta que ya han pasado 10 años desde la última revisión catastral.

Con la modificación del tipo de gravamen, el equipo de gobierno pretende compensar la caída de ingresos, valorada en 1.200.000 euros, por el coeficiente reductor aplicado; que se suman a los 2,3 que dejaron de recaudarse en los últimos tres ejercicios.

Las alegaciones fueron presentadas por los grupos Compromís, que solicitó mantener el tipo de gravamen anterior, el 0,526; y Ara, que propuso dejarlo en el 0,546. En este sentido, la alcaldesa benicense, Susana Marqués, explicó que se desestimaron «porque la intención es hacer un encaje de equilibrio financiero y sostenible del municipio para poder continuar prestando los servicios, hacer inversiones con recursos propios y sin acudir a préstamos con los bancos y, encima, bajar el recibo del IBI».