El Ayuntamiento de Benicàssim aprobó ayer la modificación de la tarifa del agua en el pleno con los votos a favor del PP y el rechazo del PSOE y EU, mientras que el portavoz del Bloc, Domingo Ferrando, se ausentó en la votación del punto, igual que la alcaldesa, Susana Marqués, por una cuestión de incompatibilidad.

Según la concejala de Urbanismo, Carolina San Miguel, la empresa concesionaria solicitó un incremento del recibo tras una revisión de precios, ya que se habían reducido sus beneficios.

El portavoz del PSOE, Gustavo Ramón, criticó que el incremento oscile “entre el 7 y el 30%”. Ramón lamentó que “el equipo de gobierno prefiera situarse del lado de la compañía en lugar de defender los intereses generales de los vecinos, que en plena crisis, lo último que esperan es una subida de las tasas locales”.

El socialista recordó que “no es la primera medida de este tipo que adopta el PP, ya que también aprobó una subida de la contribución de entre el 7 y el 11%”. Para Ramón, “no se pueden subir los tributos como está haciendo ahora, sobre todo cuando la mercantil ha tenido unos beneficios del 7% más durante el último año”.

El aumento se reflejará en 1,74 euros más al trimestre para viviendas con un consumo de hasta 45 m3; 2,62 euros cada tres meses para las que no sobrepasen los 75 m3; y de 13,82 para los usuarios que gasten más de 75 m3.

San Miguel intentó justificar este incremento y comparó la nueva tasa local con los precios del agua desalada y aseguró que “los recibos se dispararían, puesto que para una casa que registre un gasto medio supondría un aumento de 40 euros al trimestre; unos 125 para casas con mantenimiento en jardinería; y cerca de 300 para aquellas con piscina”, y dijo que cuando la desaladora de Cabanes-Orpesa se active el consistorio deberá abonar un millón por amortización en 25 años. H