Betxí continúa con las obras de mejora de la piscina municipal, esta vez con una reforma para reducir su profundidad, que ha pasado de tener 3,60 metros en su punto máximo a poco más de 1,90 metros. El fin es hacer más utilizable por los usuarios la mayor parte de la superficie acuática, es decir, que puedan estar de pie en una mayor área.

Por otra parte, con la reducción de la profundidad se conseguirá un importante ahorro en el mantenimiento y en el uso del agua, ya que se calcula que se necesitaran 263 m3 menos, con la consiguiente rebaja del coste del mantenimiento, que se estima en un 30% menos, según informa el edil de Deportes, Salva Rius. Las intervenciones han contado con un presupuesto de 21.000 euros y las ha ejecutado una empresa local. Estas actuaciones se inscriben dentro de la línea de mejora de la piscina municipal que se han llevado a cabo en los últimos cinco años, con la construcción de un bar de verano, la adecuación de los vestuarios o la instalación de un elevador para personas con movilidad reducida.