Betxí ha descubierto a la que al parecer es su vecina más antigua, ya que tiene alrededor de 1.000 años. El origen del hallazgo se remonta a las excavaciones arqueológicas efectuadas en la sala este del Palau de Betxí, entre noviembre del 2016 y enero del 2017, en las que se localizaron varios restos de gran interés.

Tanto es así que uno de los principales descubrimientos fue la constatación de la presencia de una necrópolis islámica previa a la construcción del primitivo castillo medieval. Los trabajos sacaron a la luz los restos de al menos cuatro enterramientos, a los que se suma otro localizado en los trabajos del ejercicio 2008.

Se determinó que se trata de dos hombres, una mujer y un cuarto individuo del que no se puede confirmar el sexo, pero que en todos los casos tenían entre 40 y 50 años cuando fueron enterrados. El pasado enero se decidió enviar una muela de la mujer a uno de los mejores laboratorios del mundo para la realización de las pruebas del carbono 14 y poder inscribir con mayor exactitud la datación del cadáver. En concreto, se remitió a Miami (EEUU), que ayer determinó que la persona murió entre los años 1063 y 1154, concretamente entre la segunda mitad del siglo XI y la primera del XII.

El código arqueológico del entierro de la mujer fechado (PB16-119A) resulta muy complejo para referirse a ella, por lo que el consistorio ha decidido llamarla Elvira, en homenaje a la segunda mujer de Pasqual Meneu, el erudito betxinense y antiguo propietario del Palau. La datación permite confirmar que se trata, hasta la fecha, del ser humano más antiguo del municipio.