El Ayuntamiento de Betxí avanza en la restauración del Palau, cuya segunda fase de las obras, presupuestada en unOs 350.000 euros, está prevista finalizar el próximo junio. De hecho, tras la rehabilitación del patio renacentista, único en la Comunitat Valenciana, la segunda fase de los trabajos supondrá la recuperación del patiàs, de la fachada este y de la sala de la bóveda del siglo XV. Así, la estancia se transformará en un espacio polivalente para actos sociales y culturales y habrá una zona reservada para cafetería. Precisamente en esta sala se llevaron a cabo, de noviembre del 2016 a enero del 2017, trabajos de extracción y documentación de restos de enterramientos humanos que ahora han permitido revelar que son de cuatro personas con 1.000 años de antigüedad enterradas en una necrópolis islámica previa a la construcción del castillo medieval, como publicó ayer este periódico.

La actuación de la segunda fase consistirá también en la adecuación de una cocina y una sala con altillo, que suman unos 300 m2, además del patio de detrás, con una superficie de 350 m2, que acogerá conciertos y recuperará el antiguo cine al aire libre.

En este sentido, el equipo de gobierno va a sacar a concurso la cafetería de esta joya renacentista, con la intención de que abra sus puertas antes de finalizar el año. Dos propuestas encaminadas a revalorizar el inmueble, con el objetivo de ganar visitantes. Se trata de estancias del edificio del XIX, de Pasqual Meneu y la cocina de la misma época, que será la cocina de la cafetería-restaurante. Además, se rehabilita la sala de la Volta, que data de los s.iglos XIV-XV.

El plan director aprobado en el 2013 contempla cinco etapas, habiéndose ya concluido la primera que supuso poner en valor y abrir al público el patio renacentista, único en la Comunitat Valenciana. Convertido en un importante reclamo turístico del municipio, alberga todo tipo de actividades culturales, además de ser escenario de enlaces matrimoniales.

El proyecto está diseñado por El fabricante de Espheras, que ganó el premio de Arquitectura Interior Ascer 2014 con la restauración del claustro. El Palau sufrió un progresivo proceso de deterioro al cual se puso fin en el 2002 con la compra por parte del Ayuntamiento a sus últimos propietarios, la familia de Pasqual Meneu. El monumento cuenta con la declaración de Bien de Interés cultural (BIC) desde 1997.

Las obras se financiancian a través del llamado 1,5% Cultural, la subvención que otorga el Ministerio de Fomento a proyectos centrados en la recuperación del patrimonio histórico. Pero también van destinados los 185.000 euros, a partes iguales, del convenio entre Diputación y consistorio.