Anoche, la provincia cumplió con el ancestral ritual fallero y los monumentos desaparecieron al ser engullidos por las llamas.

Burriana convirtió ya de madrugada la última falla en ceniza. La creación que ha conseguido el primer premio, la de Don Bosco, fue la que ardió al final para iniciar un nuevo ejercicio. Y, pocas horas después, de nuevo todo volvía a la normalidad y los burrianenses se han despertado hoy con las calles completamente limpias y sin los cortes de tráfico.

A las 20.00 horas comenzaron a quemarse los monumentos infantiles y, con ellos, aparecieron las primeras lágrimas en los rostros de las falleritas. A las 22.00 horas, y divididas las 18 comisiones en cuatro sectores, comenzaron a consumirse las obras grandes. Las últimas en hacerlo fueron las de la La Mercé, L’Escorredor, Chicharro y Don Bosco. La reina fallera de la ciudad, Aida Bort, presenció la cremà de su agrupación, la del Barri Valencia y acudió también a ver la que cerraba la noche.

Por su parte, las 13 fallas benicarlandas también sucumbieron al fuego. Primero lo hicieron las infantiles, siendo Nou Barri, ganadora del primer premio, la última en desaparecer. Dos horas más tarde les llegó el turno a los monumentos principales que, por motivos de seguridad, ardieron de dos en dos, y ante una fina lluvia intermitente. La Benicarló tuvo el privilegio de despedir las fiestas con su quema, al haber conseguido alzarse con el máximo galardón este año.

CELEBRACIÓN EN EL SUR // Ya en la zona sur de la provincia, la Vall siguió el protocolo y primero quemó las infantiles. En ambas ocasiones L’Ambient cerró el circuito de las seis agrupaciones, ya que resultó vencedora en ambas categorías. La cremà de la Sud-oest fue especial, ya que los propios falleros fueron quienes tuvieron que completar el monumento tras el plante del artista.

Por último, las dos comisiones de Almenara, El Compromís y Els Pescadors, redujeron a cenizas sus ninots ante la mirada emocionada de sus falleras mayores. H