Hay tardes de puerta grande y otras que, sin embargo, se quedan entre las cuatro paredes de una fría enfermería. Ayer, la cara amarga que lleva implícita la fiesta taurina volvió a visitar Almassora en la penúltima jornada de bous per la vila de las fiestas de Santa Quitèria. Y también la enfermería que dirige el doctor Gustavo Traver, en la que fueron atendidos dos aficionados por asta de toro; uno, de gravedad.

Bocadito, el segundo de los tres anunciados en cartel y marcado con el número 41, dejó el primer herido. El ejemplar de El Torreón, financiado por El Rollet, La Fuga, La Travessa, l’Emboscà, l’Artiste, La Katrava, La Tregua, Juventud Taurina y Flota Fil, fue recibido al alimón en la Picaora por Rafa Lorite y Luis Paches. Después, corneó a un aficionado de 25 años de Alcalà de Xivert. Fue atendido en la posta sanitaria de la calle San Isidro de una cornada en la parte trasera del muslo izquierdo.

APARATOSA COGIDA

Con el ejemplar ya en corrales, los aficionados se frotaban las manos a la salida del tercero, de la ganadería de José Luis Pereda. Sin embargo, Cristalero fue el culpable de que la tarde volviera a irse a negro.

Se puso Borja para recibir en la plaza Mayor al toro de El Corb, Els Clafidors, Tots Tancats, l’Embolic y la Tabarra. Marcado con el 104, el Pereda no demostró nada más que un buen fondo para correr, hasta que tomó como presa a un joven de Almassora de 24 años. R.A. fue volteado en numerosas ocasiones por el animal, propinándole ocho cornadas: en las costillas, la zona abdominal, el pecho y las piernas. Fue estabilizado y operado durante dos horas y media en el quirófano móvil de la enfermería y trasladado después al General para una última intervención en la región abdominal. La dramática situación en la calle San Vicente se prolongó por fuerza mayor al situarse el Pereda en la barrera de la enfermería. Por la noche, el mismo toro protagonizó otro susto al voltear a otro aficionado tras resbalar.

La tarde había comenzado una hora antes de lo habitual, a las 17.00 horas, con un toro de El Parralejo al que precedió un minuto de silencio. Caneco solo puso estampa en el recinto, que recorrió seguido de cerca de El K-nut, El Desfase, El Duro y La Kolva.