El equipo de gobierno de Burriana tiene que decidir si va a renovar o no la concesión de Mercaplaya para esta próxima temporada pero, antes de hacerlo, analizará los costes económicos y medioambientales que supone esta instalación para la población.

Así lo expresó la edila de Promoción Económica, Inma Carda, quien aseguró que “en el 2003 llegó a la localidad y, desde entonces, se ha ido prorrogando paulatinamente el contrato, pero tenemos que valorar qué significa realmente para la población”.

Carda hizo especial hincapié en el apartado medioambiental, con el añadido de estar ubicado a pocos metros del mar. “Al margen de la suciedad que genera, también tenemos una gran preocupación y sensibilidad por la que no se limpia y llega a la playa”. Para evitar la dispersión de las bolsas ya hace algunos años que se instaló una valla de un metro de altura, pero no ha sido suficiente para impedir que estas acabaran incluso en el agua.

Enfrente también está el sector comercial local que, en más de una ocasión, ha mostrado sus reticencias y así se lo ha hecho saber al Ayuntamiento. Y es que no está claro que el mercadillo dominical suponga un beneficio económico directo para la población. Del mismo modo que, explicó Carda, “hay que analizar también los costes para las arcas municipales porque, respecto a policía, en algunas épocas hay que duplicar el personal”. H