Las excavaciones que se han realizado este verano en el yacimiento romano de Sant Gregori han confirmado que los restos pertenecieron a un ciudadano “con poderío económico”. Así lo aseveró el arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, quien destacó el descubrimiento de murales y un estanque en la que fue la zona ajardinada de la entrada de una villa suntuosa.

Melchor explicó que se ha ampliado la actuación anterior “sobre el límite sur del enclave, donde han aparecido dos habitaciones más, además de las pinturas verticales”. Asimismo, los trabajos también se han centrado en la parte opuesta, donde “siguiendo el patio de la construcción se ha encontrado un estanque bastante grande”.

Se trata de una balsa rectangular, de unos 20 metros de largo por cuatro de ancho, que aún conserva parte del sistema de desagüe e indicios de los adornos que la cubrían. Además, es el ejemplar mejor conservado de la provincia de Castellón y el único de su forma, según apuntó el arqueólogo municipal, quien lo data del siglo I después de Cristo.

LOS PRINCIPIOS // Los expertos han excavado un 15% del yacimiento, “donde se han encontrado unas ocho habitaciones, pero aún quedan por descubrir otras tres o cuatro, según apuntan todos los indicios”, detalló el responsable.

En la visita que realizaron recientemente el alcalde de Burriana, José Ramón Calpe; y los concejales Enrique Safont, Belén Sierra y Juan Granell, se analizaron las amplias posibilidades culturales y turísticas de los restos, ya que está prevista la exposición de la parte más destacada de la villa, en la que también se ha encontrado la base de un monumento funerario y, en próximas campañas, se exhumarán las termas de las que ya hay constancia. H