La cruzada que ha emprendido el Ayuntamiento de Vila-real contra los estorninos, de momento con notable éxito, empleando aves rapaces --águilas y lechuzas-- para ahuyentar a estos pájaros que ocasionaban molestias de ruido y suciedad a los vecinos ha llevado al Ayuntamiento de Burriana a interesarse por los servicios del Club de Cetrería Juan de Sahagún de Onda. En este caso, el objetivo es poder espantar a las palomas que abarrotan parques y concurridos enclaves, provocando problemas a vecinos y viandantes. Ahora el Ayuntamiento estudia la efectividad de esta medida.

«En una reunión reciente sí que se habló de intentar utilizar el mismo método que en Vila-real, pero el único inconveniente es que se nos informó de que, en el caso de las palomas, no sería del todo exitoso porque desplaza momentáneamente a las aves, pero no hace que abandonen el casco urbano», explicó el concejal de Medio Ambiente de Burriana, Bruno Arnadis.

En este sentido, el edil ha asegurado que su intención es «seguir estudiando posibilidades cara al próximo año» y, aunque no descartan la contratación de dichos servicios de cetrería, quieren «tener la seguridad de que la campaña sea eficiente», dice.

atrapar las aves // El objetivo pasa por encontrar un método efectivo. De momento, la Concejalía de Sanidad prevé poner en marcha una actuación para intentar reducir la población de palomas en el casco urbano, a base de ofrecer a las aves piensos esterilizadores en primera instancia. Otra medida pasa por atrapar a algunas de estas aves y trasladarlas al exterior de la localidad para que puedan seguir viviendo, pero alejadas del núcleo poblacional. Por ejemplo, las palomas se cuelan en el patio de la Mercé o anidan en la fachada del convento de las monjas dominicas.

Las molestias que ocasionan también han estado de actualidad hace varios meses en Benicarló. En este caso, el consistorio se decantó por esterilizar a los ejemplares alimentándolos con un pienso especial. Además, el consistorio instaló diversas señales advirtiendo de la prohibición de darles de comer. Esta opción ya se ha llevado a cabo en la ciudad de Barcelona de forma exitosa, aunque los resultados se van notando poco a poco.