La asociación Los Rancheros consiguió reunir ayer, en Burriana, a medio millar de motos con motivo de su octava concentración. Las predominantes fueron las míticas Harley Davidson, pero también hubo modelos de tres ruedas, de carretera, clásicas... Y en esta ocasión se sumaron, además, un buen puñado de coches clásicos que no pasaron desapercibidos ni para los asistentes al encuentro, ni tampoco para los que vieron la llamativa caravana.

La plaza de El Pla y la del Ayuntamiento se convirtieron en el punto de concentración de los asistentes, que intercambiaron opiniones, vieron las novedades introducidas en los vehículos por compañeros y amigos y tuvieron la oportunidad de adquirir productos típicos de estas citas.

En total, fueron 500 motos las que se acercaron a la ciudad y, junto a ellas, alrededor de un millar de personas con una completa agenda. Y es que, a partir de las 9.00 horas, comenzaron a dejarse notar los rugidos de las Harley y, a medida que iban estacionando los vehículos, daba inicio el almuerzo, en la peatonal calle Sant Vicent. Pero uno de los momentos más esperados fue el comienzo de la marcha hasta Vila-real. A la vuelta, tuvo lugar el tradicional sorteo de regalos y hubo una comida de hermandad.