La revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Peñíscola, en trámites desde hace más de una década, sigue generando debate. La entidad más crítica con la gestión del gobierno local, Camí Vell, ha pedido la dimisión “o cese inmediato y fulminante” del concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, al que acusan junto al alcalde, Andrés Martínez, de “haber fracasado” por elabor un PGOU “impuesto por la prepotencia y arrogancia”.

El parecer de Camí Vell se expone tras divulgarse la remisión al consistorio de una serie de informes por parte de la Generalitat, en los que se advierte de la falta de sostenibilidad del plan, aprobado inicialmente en julio del 2010. Las conclusiones de estos documentos advierten de que se debe elaborar una evaluación ambiental estratégica y adaptarse a los requisitos de la Ley Urbanística Valenciana del 2006. La entidad asegura que los documentos dan la razón a sus alegaciones.

Forner responde a las críticas afirmando que los documentos de la Generalitat son “una compilación de informes, no siempre en su totalidad coincidentes”, y señala que los cambios pedidos se deben al “cambio de escenario socioeconómico”. Forner asegura que ahora están “en el momento de estudio por ambas administraciones de los informes para consensuar los pasos a dar”. H