Tras varios meses de discrepancias entre el Ayuntamiento de Peñíscola y los representantes de la propiedad, el cámping Papa del Mar deja de estar operativo. Una de las usuarias, que cada año renovaba el alquiler, manifestó a Mediterráneo que en estos últimos días «recibimos un correo electrónico, con el mensaje de que no se podría seguir estando allí, e invitando a quienes quisiéramos a ir a recoger nuestras pertenencias, ya que de ahora en adelante iba a estar clausurado».

El dueño, Juan Pascual Sorlí, reconoció que el establecimiento tendrá «suspendida su actividad, hasta que el proceso judicial que hay actualmente en marcha se resuelva». Y comentó que las decisiones del consistorio sobre el cierre del negocio «están recurridas, pero hemos dicho a quienes tenían alquileres anuales que no vamos a renovar, porque el resultado del proceso es incierto y no queremos incurrir en responsabilidades patrimoniales».

Este periódico informó en su edición del 24 de noviembre que la Administración local había resuelto la clausura definitiva, al «considerar probado que se ha ejercido la actividad de cámping sin la preceptiva licencia, y que esta se ha realizado con peligro para la seguridad de las personas». El documento tratado en la junta de gobierno local del 3 de noviembre consideró que hay «una infracción muy grave», con la imposición de una multa que asciende a los 300.000 euros.

El asunto tiene su origen en el verano del 2015. La usuaria explicó que llevaban «año y medio que sonaba la cosa, aunque a nosotros nadie nos contó nada en concreto». En su caso, utilizaba la parcela durante las vacaciones, si bien le consta que había gente «residente de casi todo el año, que ahora deberá buscarse otro lugar, porque estará cortado el paso, y no habrá suministros».

Entre los detalles aportados en el informe consistorial, se mencionaba que los pasillos laterales estaban ocupados, con el consiguiente riesgo de los campistas, y que las medidas de mejora recomendadas no se cumplieron. Tras varios recursos judiciales, los responsables echan el cierre.