Tres semanas después de que se estrenara el nuevo edificio del colegio público de Educación Infantil y Primaria Cardenal Tarancón, el mismo mantiene carencias que impiden que se pueda considerar finalizado al 100%. El día en que tuvo lugar la visita del presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig; la vicepresidenta, Mónica Oltra; y del conseller de Educación, Vicent Marzà, la nueva escuela presentaba una serie de deficiencias que se mantienen después de varias semanas.

Los patios son amplios, pero carecen de elementos básicos para la práctica deportiva, como las porterías y las canastas de baloncesto, y los estudiantes únicamente pueden jugar a voleibol, porque usan material móvil del que ya se disponía, al reutilizar elementos y mobiliario existentes en las viejas instalaciones.

Ayer mismo, la alcaldesa burrianense --que también encabeza la Concejalía de Educación--, Maria Josep Safont, confirmó este extremo y otros déficits para los que se quiere encontrar una solución en un breve espacio de tiempo. «Estamos trabajando en el tema de las porterías y las canastas y también en lo relacionado con la conexión telefónica, de la que carece el centro en estos momentos». Safont se refirió, asimismo, al suministro de gas, «porque una cosa es el del centro y otra el que requiere el comedor», a la vez que dijo que están avanzando en la resolución de este problema «lo más rápido que podemos».

PLENO RENDIMIENTO

En cuanto al resto de las nuevas instalaciones escolares, la munícipe aseguró que «están a pleno funcionamiento y tanto las aulas como el comedor y las actividades están en marcha con normalidad».

Estas deficiencias, que de alguna forma mantienen inacabado al 100% el nuevo colegio Cardenal Tarancón, se mantienen pese a que el pasado 17 de julio comenzó el traslado del material que todavía resultaba útil de la anterior escuela a la actual y de que el Ayuntamiento organizara una visita al nuevo edificio, a la que invitó a representantes del resto de centros educativos de la localidad. También ocurre a pesar de que la empresa adjudicataria de las actuaciones acortara el plazo de entrega y dispusiera el centro «con el tiempo suficiente para que esté a pleno rendimiento desde el primer día del nuevo curso», según se dijo en la jornada de la inauguración del curso escolar en este emplazamiento.

Los trabajos de ejecución de esta infraestructura educativa, que se adjudicó por unos 4,5 millones de euros, arrancaron en el mes de mayo del 2016 y se materializaron en 14 meses, dos menos de lo previsto en el pliego de condiciones del contrato, lo que permitió adelantar el traslado del mobiliario desde el viejo colegio.