El catastro ha regularizado el valor de 1.060 viviendas de Benicàssim cuyos propietarios no habían declarado mejoras en estos últimos años. Tras efectuar una revisión --que también ha realizado en otros municipios-- se han detectado estos inmuebles con valores añadidos, como piscinas, barbacoas o ampliaciones de la propia casa, que no constaban anteriormente en la construcción. Por este motivo, numerosos vecinos reciben estos días una carta en la que se les impone el pago de una tasa de 60 euros.

Un dinero que va dirigido a la Dirección General del Catastro, según aclara la alcaldesa, Susana Marqués, «para hacer frente al abono del estudio de actualización del incremento de las casas, tal y como detallaron al Ayuntamiento los responsables».

La munícipe incide en que el consistorio no ha actuado de oficio y no ha reclamado esta medida. «Ha sido catastro, ya que suelen vigilar las acciones no declaradas en edificaciones», apunta.

Desde el grupo Compromís, el portavoz, Joan Bonet, estima que esta nueva regularización podría suponer que las arcas municipales recauden «más de un millón de euros». El edil indica que «se pagará la diferencia entre lo que hasta ahora se había ingresado y la nueva valoración, que se cobrará desde el 2013, cuatro años hacia atrás, lo que puede hacer que en muchos casos superen incluso los 1.000 euros de más».

Al respecto, la primera edila manifiesta que las tasas, de una media de 60 euros, se exigen como una especie de sanción por no declarar los cambios. «Será en un pago único del 2018 al 2019 cuando la actualización ya esté regularizada y se plasme en el recibo», señala. Además, informa: «No sabemos si subirá, pero no se incluye en los ingresos del presupuesto de este ejercicio».

EVOLUCIÓN DEL IBI // En referencia a la presión fiscal, Marqués subraya que cuando entraron a gobernar se comprometieron «a reducirla» y eso es lo que han «hecho» y seguirán «cumpliendo». Sobre ello, explica que «con la aplicación del coeficiente reductor del 4%, los vecinos verán descender el recibo del impuesto de bienes inmuebles (IBI) gracias a la petición cursada al Ministerio de Hacienda para que se bajase el valor de los inmuebles y que eso significara una disminución del impuesto que se abona», detalla.

Por su parte, Bonet apunta que «si el equipo de gobierno municipal hace lo mismo que en el 2017, compensará esa reducción con el tipo impositivo y los recibos del IBI continuarán igual de altos o más». La alcaldesa recuerda que desde el 2013 van «ajustando la contribución, lo que ha supuesto un ahorro estos tres ejercicios para los benicenses de 2,3 millones de euros que, junto al del presente 2018, ascenderá a casi tres millones de euros», concluye.