Después de varias jornadas de una intensa labor para poner coto a la plaga de conejos en Moncofa, el grupo de 20 cazadores que este mes intenta reducir la superpoblación advierte de que si no se eliminan todos los puntos en los que crean sus focos resultará casi imposible controlarla.

Aunque estos vecinos reconocen que este tipo de conejo es más habitual en la zona del interior provincial, atribuyen su presencia en el litoral al hecho de que han encontrado un hábitat virgen para ellos --se hallan en el punto del término moncofense que cuenta con más campos abandonados, pues fue una de las áreas donde más se especuló con la creación del PAI del golf de la localidad y muchos propietarios dejaron de cuidar sus campos--.

Una de las posibilidades que existen para atajar la superpoblación de conejos es, según los cazadores, la suelta de hurones --una especie que se cuela en las madrigueras de los animales y que se los come, por lo que huyen--.

Sin embargo, los expertos insisten en que para adoptar esta medida deben coordinarse todas las administraciones implicadas. Inciden en la necesidad de adecentar todos los márgenes de los caminos rurales, sobre todo en la zona conflictiva, así como también facilitar los trámites a los dueños de terrenos, evitando así el abandono de las fincas.

La Sociedad de Cazadores seguirá diariamente tratando de matar ejemplares. Aunque el permiso para cazar lo tienen todos los socios, se acordó que serían veinte miembros al mes los que saldrían. Estos deben anotar los roedores que matan y la zona concreta para un mejor seguimiento de sus movimientos.

DAÑOS / Los focos localizados están en el margen derecho del cauce del río Belcaire. Al respecto de los daños causados por los ejemplares, hay que reseñar que no solo los han sufrido los árboles de la zona de ocio de la desembocadura del río, sino también las plantaciones de naranjos. Los cazadores alertan de que si no se estudian más soluciones, los efectos podrían ser cuantiosos. En breve se iniciará la plantación de cultivos de verano y los agricultores tendrán que construir cercados para evitar más pérdidas.