La utilización de la técnica llamada foto trampeo está dando resultados «extraordinarios» en la desembocadura del río Millars. Las últimas sorpresas, en cuanto a la presencia de fauna salvaje, ha sido el descubrimiento de varios ejemplares de tejones y ginetas, dos carnívoros de tamaño medio protegidos en la Comunitat Valenciana y muy difíciles de ver en plena naturaleza.

La cámara trampa incorpora un detector de movimiento infrarrojo que activa el disparador de la cámara o su grabación al hallar la presencia del animal. Hasta ahora, los guardas del Consorcio río Millars intuían la existencia de alguno de estos carnívoros solo por las huellas y los excrementos que dejaban en la tierra. H