La calle Sant Antoni y adyacentes fueron ayer el epicentro de la fiesta en Almassora. La celebración del patrón de los animales convocó a miles de vecinos en este estrecho vial de la Vila para participar en los actos programados por la Comisión de Fiestas y la Junta Local de Fiestas. La jornada culminó llegada la noche con el encendido de la monumental hoguera, a la que rodearon más de un centenar de jinetes y caballos participantes en la Matxà en honor al santo. Una comitiva que engrandece año tras año y que aporta espectacularidad a este acto.

De hecho, los primeros en iniciar la agenda del día fueron los integrantes de la asociación Cavalls d’Almassora, que se dirigieron hasta el paraje de Santa Quitèria con los carros y caballos, para almorzar. Por su parte, también por la mañana, la iglesia de la Natividad acogió la bendición de 2.500 monas, pan y dulces. El párroco, Juan Ángel Tapiador, ofició la ceremonia, al igual que la misa vespertina de Sant Antoni, previa al inicio de la Matxà.

En el desfile hacia el templo participaron, fieles a la cita, los integrantes de Tambors de Passió, Lluïsos Almassora, la asociación cultural El Torrelló, con sus gigantes y cabezudos y el Grup Scout Tramuntana. La actividad regresó al casco antiguo por la tarde con la vuelta de las caballerías y la misa del patrón.

Al finalizar el oficio religioso arrancó la Matxà, amenizada por la Colla de Dolçainers i Tabaleters Les Goles, con el reparto de las cintas conmemorativas.