Los chiringuitos de la playa de Burriana denuncian la venta masiva ilegal de alcohol en la calle sin ningún tipo de garantía, ni licencia y sin que la Policía Local realice ningún control sobre esta práctica en el paseo marítimo de la localidad. Los establecimientos playeros se sienten perjudicados, al igual que la organización del festival Arenal Sound, por esta actividad ilegal al albur de la masiva afluencia de sounders y visitantes estos días en la ciudad.

Los propietarios afectados solicitan la intervención de los servicios municipales y exigen la misma diligencia que están aplicando otros municipios turísticos de la provincia contra la venta ilegal, como es el caso de Peñíscola o Benicàssim.

Los representantes de los chiringuitos critican, al mismo tiempo que, mientras la Policía Local elude cualquier control sobre esta actividad ilegal, sí muestra excesivo celo a la hora de inspeccionar a los establecimientos que pagan su licencia de actividad y cumplen con todas las normativas impuestas por el Ayuntamiento en sus concesiones.

De igual modo, muestran su sorpresa y malestar por esta discriminación contra la hostelería propia de Burriana, tanto con los propios chiringuitos como con los establecimientos ocasionales que se montan en ocasión del masivo festival y que pagan sus respectivas tasas de actividad.

Estos vendedores, que carecen de cualquier permiso, están colocados de manera estratégica a lo largo de todo el paseo. Unos, entre los merenderos y los chiringuitos; otros, al final de los mismos; y un tercer grupo, más próximo al acceso principal del recinto de conciertos. Esta venta ilegal de alcohol en la vía pública -packs de botellón con alcohol de garrafa y botellas de refresco de dos litros- es la actividad que más malestar despierta, pero no es la única. También hay puestos de bocadillos, tatuajes o trenzas. H