La falla Pensat i Fet de la Vall d’Uixó exaltó ayer a sus falleras mayores para el presente año 2017. Leticia Martínez y Jimena Fenollosa tienen el honor de representar a la comisión más antigua de la ciudad en el actual ejercicio josefino, después de vivir con emoción uno de los momentos más esperados e inolvidables.

El teatro municipal acogió un acto de presentación basado en el turismo rural, que es el tema del monumento grande de este año. Por ello, el escenario se decoró con avionetas, nubes y todo lo que tiene que ver con este tipo de viajes. Además, letras de gran formato con los nombres de las máximas representantes presidían el escenario, haciendo protagonistas a estas jóvenes en su día más ansiado.

DESPEDIDA // Junto a Leticia y Jimena, que relevaban en el cargo a las hermanas Carla Salmador y Sara Nevot, nombradas falleras de honor y que leyeron juntas un emotivo y sentido discurso de despedida, también estrenaba cargo Hugo Vicente-Ruiz como presidente infantil, cogiendo de esta manera el testigo dejado por Braulio Fenollosa. Las máximas representantes de Pensat i Fet compartirán experiencia con las 24 integrantes de las cortes de honor. Diez de ellas forman la infantil, y 14 en la mayor.

Uno de los momentos más celebrados del acto fue cuando Alejandro Sánchez, miembro de la falla y amigo de la fallera mayor infantil, junto a Àngela García, protagonizaron un extraordinario baile, coreografiado por ellos y dedicado a los principales cargos de este año.

INVITADOS // En cuanto a la figura del mantenedor, en esta ocasión también apostaron por eliminarla del guión para acortar la duración del acto, puesto que esta falla cuenta con muchos invitados y «se alargaba mucho», explican desde la comisión. Entre ellas, de hecho, se encontraba la Associació Cultural Dames i Cavallers d’Uixó, con quienes ayer mismo se hermanaron.

Otro momento destacado se vivió al inicio de la presentación, cuando se rindió un sentido homenaje a modo de mención especial a un miembro de la comisión fallecido recientemente y que «nos ayudaba en la decoración del teatro, en los ramos de las falleras y en todo lo que hacía falta. Era de fuera, de un pueblo de Valencia, y venía cada semana a las cenas de la falla», señalaron emocionados desde el colectivo.