Un total de 15 comisiones de las 19 existentes en Burriana montarán este año carpa para acercar la fiesta al monumento y al público en general. La Federació de Falles ya ha solicitado al consistorio la autorización para ocupar la vía pública en las proximidades de los emplazamientos de sus respectivos sectores. La entidad se encarga de recoger las necesidades de cada entidad y, después, realiza la contratación y tramitación de manera conjunta.

Con este procedimiento no solo se simplifica la burocracia cara al Ayuntamiento, sino también la de las propias agrupaciones que, además, consiguen un importante ahorro económico. Solo en el alquiler de las estructuras, logran gastar un 33% menos, ya que la contratación se realiza por metros y, aunque cada carpa es de unas características muy distintas, el resultado es de a seis euros por metro, «mientras que, cuando las alquilábamos de manera individualizada, nuestra falla llegó a pagar hasta nueve euros por metro», explicó ayer Josep Nos, miembro de la Federació de Falles y encargado de la tramitación de las peticiones de ocupación de vía pública.

Plaça Chicharro, La Mota, Barri València y La Vila son las cuatro comisiones que van a mantener sus actos festivos, comidas y cenas en sus respectivos casales. El motivo es que cuentan con espacio suficiente para albergar a todos los falleros y, además, estos se encuentran, salvo La Vila, muy cerca de donde se planta el monumento. Entienden que para ellos es un gasto prescindible.

Otras entidades, como La Bosca o Sant Blai, son más modestas y tienen menos comisionados y eso les permite montar una carpa de menores dimensiones que ellos mismos ya adquirieron en ejercicios anteriores y que pueden tener sin necesidad de personal.

funcionamiento // En algunos casos, la propia comisión se encarga de la barra y de la contratación de los espectáculos musicales pero, tras varios años ya de experiencia, la mayoría de las agrupaciones optan por ceder la gestión de la estructura a una empresa especializada y, de este modo, al margen de no preocuparse por la seguridad, también se desentienden de la música, la barra, los camareros y la limpieza de la instalación. En estos casos, el modo de contratación es muy variado y va desde una programación musical sin coste para la falla, a sufragar la empresa concesionaria el alquiler de la instalación.