Tres meses. Este es el plazo que tiene la Generalitat valenciana para declarar bien de interés cultural inmaterial los bous per la vila y las corridas de toros. La Conselleria de Cultura informó ayer al pleno del Consell sobre el inicio del expediente para lograr la denominación y los trámites realizados hasta ahora en este sentido.

La incoación de la declaración se remitirá a las instituciones consultivas para que emitan sus respectivos informes, tal y como explicaron ayer a Mediterráneo fuentes de la Conselleria de Cultura. Al menos dos de los organismos preguntados deberán dar su visto bueno. Cuando se obtengan los documentos, estos se pondrán en exposición pública y, resueltas todas las alegaciones, el expediente se elevará al Consell para que apruebe la denominación.

El vicepresidente del ejecutivo autonómico, José Císcar, destacó la necesidad de “proteger unos festejos que se celebran siete de cada 10 días en la Comunitat Valenciana; todos los días entre julio y septiembre, y en el 51,3% de los municipios valencianos”.

“Estas cifras justifican por sí mismas la protección de las fiestas”, aseguró Císcar, quien cifró en 46 millones anuales el impacto económico generado de forma directa por su celebración.

En el 2011, se realizaron más de 6.000 exhibiciones en la Comunitat, aunque Castellón sigue siendo la provincia líder, donde de sus 135 localidades, 129 solicitaron autorización para organizar bous per la vila. Además, la valenciana es la autonomía donde más eventos taurinos se hacen.

REACCIONES // Las reacciones no se han hecho de esperar y el presidente de la Associació en Defensa del Bou al Carrer, Juan Carlos Paricio, afirmó que “es muy esperado el día en el que se logre la declaración porque proteger los toros es algo fundamental para poder preservar su celebración”.

Asimismo, recordó que “el conseller Serafín Castellano ya anunció que para el primer semestre del año se sacaría adelante el BIC. Hemos trabajado mucho para llegar a este punto y los festejos se merecen este reconocimiento”.

El proceso se inició el 5 de marzo del 2010, cuando el pleno del Consell acordó autorizar el inicio de la tramitación del procedimiento para la denominación. A partir de ese momento se solicitó la colaboración de las direcciones territoriales de Cultura, la Conselleria de Gobernación y el Museu Taurí de la Diputación de Valencia. En mayo del 2010, técnicos de la Dirección General de Patrimonio y el director del Museu Taurí se reunieron con representantes de asociaciones taurinas y personalidades relacionadas con este mundo para pedirles informes sobre los distintos aspectos de la fiesta. Una vez reunida la documentación, se elaboró la resolución por la que se incoa el BIC, es decir el inicio del trámite. H